Durante los meses de abril a junio del presente año, se impartió el Curso de Expresión Escrita para Asultos en la Municipalidad de Alajuelita. Con ayuda de la docente Jennifer Aranda, seis integrantes elaboraron un ensayo acerca del cantón. A continuación, usted podrá leer el texto de la alajueliteña María José Madrigal.
¿CÓMO ALENTAR A LOS JÓVENES EN VULNERABILIDAD A ESTUDIAR Y VENCER LOS RETOS QUE LES IMPONE LA SOCIEDAD?
Al iniciar con este tema, es importante que definamos en un primer plano qué es la vulnerabilidad. La misma es definida como «la posibilidad de ser herido o de recibir una lesión que puede ser tanto física como moral, debilidad que puede ser aprovechada por una amenaza».
Nos encontramos en una época de mucho movimiento, de mucha tecnología, de muchos obstáculos y distracciones que alejan a nuestros jóvenes de sus metas, de sus planes, haciéndoles creer que lo fácil y rápido es mucho mejor que educarse y crecer.
Estamos en una sociedad convulsa que no siempre orienta a nuestros jóvenes a luchar y a conseguir lo que desean con esfuerzo, muy por el contrario les muestra una vía fácil para obtener las cosas y la manera de vivir una vida vacía y sin bases sólidas que les ayuden en un futuro. Por eso, es de suma importancia que, unidos como sociedad, trabajemos con estos muchachos para que no pierdan su rumbo y sigan por los buenos caminos.
Existen jóvenes en mayor riesgo que otros y aunque todos merecen las mismas oportunidades, son estos, los jóvenes en vulnerabilidad, con los que debemos actuar con mayor precisión y orientación para poder guiarlos por el mejor de los caminos, ayudándolos a encaminarse y surgir, que no sea un pretexto el vivir o estar en un ambiente complicado, que no sea que ésta vulnerabilidad los orille a buscar caminos que los lleven a una vida sin sentido.
Es preciso indicar que uno de los mayores riesgos a los que nuestros jóvenes en vulnerabilidad se enfrentan es la pobreza y aunada a esta el poco estímulo que reciben de su entorno familiar para cambiar su pronóstico de vida. No es que sus núcleos familiares no deseen ayudarles a salir adelante, es el hecho de que ellos mismos no tuvieron la oportunidad de educarse y cambiar su futuro, no es falta de buenas intenciones por parte de su familia, es el carecer de éstas herramientas, algo que como sociedad debemos de detener y cambiar en la mayor medida que nos sea posible.
Es por ahí por donde debemos empezar, desde los más pequeños, los que van para arriba en la sociedad. Hacerles entender que, aunque su entorno no favorezca su desarrollo en muchos aspectos y sean considerados ¨vulnerables¨, ellos tienen en su ser la fuerza para combatir ésta circunstancia y surgir, aún en el más complicado de los escenarios en el que les haya tocada nacer.
Debemos como sociedad ayudarles a hacer conciencia de lo imprescindible que es hacer un cambio de su mentalidad, que el hecho de que quizá sus padres no hayan tenido la posibilidad de estudiar, no ha de significar que ellos deban pasar por lo mismo. Contrario a esto, estamos en la obligación de hacerles entender que al día de hoy existen muchos planes y medios por los cuales pueden educarse y así tener un mejor trabajo, que les ayude a ellos e inclusive a sus familias a tener una vida diferente.
Es en este punto, en este momento, en donde es de vital importancia la acción que tomen las autoridades locales, como las municipalidades, para ayudar a esta parte de la población que se encuentra en un estado de desequilibrio, en un punto de vulnerabilidad que no les permite variar, cambiar, modificar y alterar ese futuro incierto por un futuro brillante, lleno de cosas mejores.
Son los gobiernos locales, los que en la actualidad han de tener la mayor y mejor posibilidad de captar la atención de ésta parte de la comunidad con cursos y ayudas que les fomente no sólo la educación como tal, sino que además les provea a la vez la posibilidad de desarrollarse a la mayor brevedad posible en alguna labor que les provea sustento con el cual ayudar a sus familias y a la vez alejarse de los caminos erróneos que indudablemente son muchos.
Estos jóvenes han de entender que su formación, su educación y su crecimiento personal son las claves que se les ha de brindar por medio de los gobiernos locales, instituciones que buscarán cuáles han de ser esos cursos y ayudas estudiantiles que en el mejor de los casos les ayudarán a salir adelante, a dejar de ser ¨ciudadanos en vulnerabilidad¨ para convertirse en miembros activos de la sociedad.
Hemos de estar agradecidos por contar en nuestro hermoso cantón, Alajuelita, con un gobierno local que se ha preocupado y ocupado por brindarle a nuestros jóvenes, a nuestros miembros más vulnerables, herramientas para su crecimiento personal, con medios que les proveerán en un futuro cercano una mejor calidad de vida tanto para ellos como para su núcleo familiar y por qué no, para su entorno social, al ayudar con esto a estimular a otros a acercarse y buscar para sí mismos estas oportunidades que hoy se les brinda.
Nosotros como ciudadanos de este cantón hemos de ayudar a nuestro gobierno local a que este cambio necesario en nuestros jóvenes se dé con más celeridad. Cualquier ayuda y colaboración de nuestra parte, por pequeña que sea, será bienvenida, no sabemos en qué momento nuestros jóvenes en vulnerabilidad están al borde de cometer un error irreparable y está en nuestras manos hacer el cambio en sus vidas.
Pidamos a Dios, como autoridades y como ciudadanos de éste cantón, que nos dé guía y discernimiento para ayudarle a esta población a estar mejor, a crecer, a saber y entender que por más difícil que sea su entorno siempre habrá quienes estemos dispuestos a brindarles una mano.