«He aprendido a usar los «protoboards» y los componentes de un circuito, a mí me gusta mucho, yo quiero saber cómo funcionan los celulares y cómo arreglar algo si se descompone», así se refirió Emanuel Prado, 11 años, sobre lo que le ha dejado hasta el momento el curso de electrónica que recibe en la Escuela de Tejarcillos, gracias a la organización Recrearte y al TCU (Trabajo Comunal Universitario) de dos estudiantes de la Universidad Latina de Costa Rica.
Emanuel forma parte de un grupo de 30 menores que asisten a clases todas las semanas para conocer de electrónica básica, y acercarse a la tecnología desde una forma práctica y vivencial. Allí, en trabajos en grupo, y bajo la guía de los universitarios Nelson Sibaja (19 años) y Christopher Ulate (20) aprenden sobre resistencias, potencias, motores, cables, bombillos, protoboards, nodos, entre otros, pero sobre todo constatan que no les es ajeno querer aspirar a grandes metas y conocimientos.
«A mí me pareció muy interesante el tema, en realidad me parece muy fácil, nos enseñaron cómo encender un bombillo con la resistencia, en mi casa me felicitan y dicen que es un orgullo más», comentó Anielka Navarro, de 12 años, una de las ocho niñas que se integraron al curso y que representa el esfuerzo de Recrearte por incorporar en su trabajo la equidad de género.
Bernardita Ramos, psicóloga del centro educativo, dijo que el curso consta de 9 sesiones e integra estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado conformados en tres grupos. «Hay chicos que por su interés demuestran que a futuro se pueden inclinar a seguir esta carrera, y eso es sumamente valioso e innovador para nosotros», expresó la docente, quien admitió sorprenderse al saber que a los universitarios les rechazaron la propuesta en otras escuelas: «en 17 años de trabajar acá, nunca se había presentado un proyecto de este tipo, y nosotros lo recibimos con todo gusto, la verdad los chicos lo han recibido muy bien», comentó.
Para los universitarios, esta experiencia ha sido enriquecedora, ya que les ha permitido sembrar la semilla de esta carrera a niños, inclusive aunque nunca antes habían trabajado con ellos.
«En un principio trajimos un brazo robótico y lo controlamos con los análogos del control del Play Station, y ellos se asombraron mucho. He visto que algunos grupos experimentan y se ponen a armar y desarmar varias veces, quitan y ponen cables para ver qué pasa. La verdad a a veces se piensa de forma egoísta, pero es bueno compartir el conocimiento», comentó Christopher.
Su compañero Nelson, secundó ese pensamiento: «para mí ha sido muy lindo, ellos absorben todo y se entusiasman; la electrónica se ve todos los días pero no la entendemos, y con esto les ayudamos a entenderla, es dar un poco de paciencia y amor, para que ellos se desarrollen, y tengan esa oportunidad de crecer en su futuro», manifestó.
Unión de esfuerzos
Recrearte es una organización que trabaja con menores del cantón, especialmente de la zona de Tejarcillos, a través del fútbol 3 y el desarrollo de capacidades, sin embargo, también sirven de facilitador para que confluyan iniciativas como las de este curso. Según comentó su representante, Fernando Chamorro, cuando Nelson y Christopher llegaron con el proyecto, le pareció muy valioso y de inmediato contactaron a las compañeras de la Escuela de Tejarcillos, «la verdad no entiendo cómo lo rechazaron en otros lugares», afirmó.
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En esta escuela, a pesar de encontrarse en una zona conocida por sus conflictos sociales, no es la primera vez que muestran anuentes al apoyo de terceros, de hecho, actualmente con la Fundación Kemé se dan Talleres de Artesanías en barro para niños con problemas de conducta de primer ciclo. También se planea en conjunto con la Fuerza Pública, incorporar sesiones mensuales sobre manejo de violencia y pandillas, y con la Fundación Rahab se realizarán charlas sobre trata de personas. «Además, todos los meses yo brindo clases de ‘Escuela de madres’ una vez al mes», afirmó la psicóloga, quien se mostró anuente a recibir apoyo de organizaciones e instituciones que quieran contribuir al bienestar y educación de los menores.
Si desea comunicarse con Recrearte, puede llamar a: 2290-5126 o al 8854-4302.
